Ha sido por Dios y no los hombres.



'Ahora pues, no se entristezcan ni les pese el haberme vendido aquí. Pues para preservar vidas me envió Dios delante de ustedes. 'Génesis 45:5

José ya había confirmado que la tierra de su aflicción había sido un lugar de bendición al nombrar su segundo hijo Efraín, que significa fecundo, porque en la tierra de aflicción Dios le había fecundado. 

Todo iba bien, ya los siete años de hambre iniciaron en toda la tierra, pero por la gracia de Dios Egipto no estaba sufriendo tal mal gracias a José. Sus hermanos por el hambre deben ir a aquel lugar, el encuentro llegó y fue doloroso para José recordar todo su pasado, pero finalmente se da a conocer a éstos y les indica no culparse por lo sucedido, poniendo énfasis en los sueños que había tenido y ver el cumplimiento pues  no era tiempo de rencores más bien de seguir obedeciendo al Dios que le bendijo y que hoy le permite bendecir a otros. Finalmente toda la familia es reunida, Jacob vuelve a ver su amado hijo. No fueron sus hermanos los que le llevaron aquel lugar fue Dios el cual conociendo los tiempos le envió para bendición, de no haber sido por todo el proceso vivido todos morirían de hambre para tal época, el Dios que le prometió a Jacob bendecirle en todo tiempo, cumple su promesa. 

Hay procesos que lo podemos ver como un fracaso, sin embargo Dios utiliza para bendición, es importante mantener el enfoque en Dios como lo hizo José y no en lo terrenal. El perdón libera y nos hace vivir plenamente, debemos confiar en su palabra en todo momento, aún los más difíciles deben llevarnos mirar a Jesús y no el hombre. Tal como exclamó Jacob al saber sobre su hijo: Basta, mi hijo vive y no moriré sin antes verlo, es importante saber que no desmayaremos sin ver la provisión de Dios en todas las áreas de nuestra vida. 

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