¿De qué me sirven los derechos de primogénito?




¨—Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito? (Génesis 25:32)¨.

Isaac y Rebeca tienen sus primero hijos, los mellizos fueron llamados Esaú (en heb. velludo), el cual era cazador y preferido por Isaac; y Jacob (en heb. el agarra el talón) le gustaba atender en la tienda y era preferido por Rebeca.

Un día Jacob preparaba un guiso y Esaú llegaba cansado del campo, por lo que pide para comer a su hermano; Jacob intenta engañarle indicando que le servía de comer solo si le ofrecía su primogenitura, algo un poco sin interés puesto que ambos eran los primeros hijos al ser mellizos pero al parecer ya este conocía los beneficios de la primogenitura como tal. La primogenitura significa derechos por encima de los hermanos siguientes en poder y beneficios, doble bendición, cuidado de su familia, mayor herencia, entre otros. 

Esaú contesta: - Estoy muy cansado, así de qué sirve la primogenitura. Solo después se daría cuenta de lo que esto representaba y entendería su grave error. Bien sabemos que al Rebeca consultar a Dios sobre las dificultades en su embarazo le fue dicho que en su seno habían dos naciones, uno sería más fuerte y el mayor serviría al menor, pero el hecho de que se cumplan promesas por mecanismos humanos no deja de traer consecuencias, en los capítulos posteriores de la Biblia podemos ver lo que le costó a cada uno aquel suceso.

Siguiendo con lo dicho por Esaú al vender su primogenitura, podemos aprender la importancia de las decisiones, de consultar a Dios primero y no dejarnos llevar por emociones. El cansancio fue temporal y rápidamente saciado con el alimento y un buen descanso pero renunciar a sus derechos le costó sacrificios. 

Es cierto que hay momentos donde solo se piensa en saciar o resolver el problema actual con lo más rápido que se presente, pero ignoramos muchas veces lo que más adelante puede venir, es importante siempre tener presente lo que Dios tiene para nosotros, sabemos que todo esto fue predicho, pero que tal si lo que se perdió fuera por voluntad solo humana. Acaso no hemos perdido grandes beneficios, incluso regalos que sabemos vienen directamente de Dios por una mala administración, solo porque en un momento tuvimos hambre y decidimos entonces renunciar a lo que Dios ha entregado. 

No perdamos la salvación, el don divino, los logros, el camino ya recorrido, las provisiones de Dios solo porque un momento nos oprime, muchos han perdido familias, su paz y muchos dones solo porque el enemigo les presentó una oferta momentánea quitando las verdaderas riquezas. Pueda que veas como poco lo que Dios ha puesto en tus manos solo porque no conoces a profundidad sus beneficios, pues la ignorancia, la falta de intimidad con Dios, y la debilidad espiritual nos lleva a mirar con desprecio los grandes regalos que Dios no ha dado, por lo que terminamos accediendo a deleites temporales con fines de perdición de los que más tarde nos arrepentimos, renunciando por voluntad propia a los derechos ya concedidos, en ocasiones lo ya perdido no se recupera, es triste tener que llegar ahí para luego entonces valorar lo preciado de Dios.  

Dios nos da el discernimiento y la fortaleza para mantenernos en pie ante las tentaciones.

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