Él corona tu viaje de éxito.

 

Mientras tanto, el criado de Abraham la observaba en silencio, para ver si el Señor había coronado su viaje con éxito (Génesis 24:21).

Labán y Betuel respondieron: —Sin duda todo esto proviene del Señor , y nosotros no podemos decir ni que sí ni que no (Génesis 24:50).

Abraham ya había perdido su esposa, tomando en cuenta su avanzada edad sabía que debía dejar todo preparado para su hijo Isaac. Estaba en aquel lugar porque Dios le había enviado y temía que por necesidad su hijo volviera hacia atrás, de donde Dios le ordenó salir. 

Consciente de todo, llama a su criado que más tiempo tenía, asegurando de encomendar su misión a alguien que le conociera desde el principio y sepa el por qué de todo. Le da instrucciones de buscar esposa del mismo linaje a su hijo, la única promesa de que aquel viaje prosperara fue la confianza en la promesa de Dios expresando que enviaría su ángel y le ayudaría. 

El criado hace todo al pie de la letra, ora a Dios, ve su oración contestada y su viaje prosperar, solo falta que la familia de Rebeca crea a la visión y acepte enviar su hija.  Cuando llegan a casa los hermanos y demás familiares le reciben, escuchan toda la historia y culminan diciendo: -De Dios proviene todo esto, nosotros no podemos contradecir su palabra. 

Como hijos de Dios conscientes de caminar en su promesa siempre, en momentos nos preocupamos de nuestro viaje, pues aveces este no solo depende de nosotros pues involucra a otros, pensamos si los demás abrazarán la promesa igual o si algún evento entorpecerá. Al igual que Abraham es importante creer que el corona de éxito nuestro viaje y cada proceso forma parte de un plan perfecto. Los hermanos de Rebeca así lo creyeron, no por convencimiento de el criado o las joyas que impresionaban sino porque Dios estaba en ese plan y si de Él proviene todo nadie puede contradecir su palabra. Sin duda lo que viene de Dios es de agrado a la vida aunque no lo conozcamos con amó Isaac a Rebeca tenemos seguridad de que lo que Dios pone en nuestra vida corona de éxito. 

Dios contesta cada oración hecha y prospera tu viaje, el Espíritu Santo tiene cuidado de lo que dices y te guía.