Descansa en Dios.

' »Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar.' Mateo 11:28

Hay una gran invitación la que se nos ha hecho: La de descansar. 

Jesús, habló al pueblo declarando que los grandes misterios fueron revelados a los niños y no a los sabios porque así lo quiso el Padre. Y culmina con una invitación a traer sobre él todas las cargas y descansar, cambiando por una más ligera que él ofrece. 

Esta gran oferta es más fácil ser aceptada por un niño que por un adulto, pues el sentido de dependencia es más presente. Como niños Dios desea que dependamos de él y le clamemos cada vez que necesitamos ayuda. Desde que somos adultos todo cambia, pues conocemos más y nos hacemos autosuficientes lo que da entender que no necesitamos mucho de otros. 

Constantemente nos sentimos agobiados ante situaciones que no sabemos cómo manejar, y por ende el cansancio se apodera de nosotros, ante ésto Jesús nos da la opción de ir a Él y entregar todo en sus manos, cambiando las cargas por su yugo el cual es ligero y fácil de llevar. Podemos confiar que Dios tiene control de todo y no nos deja solos en medio del proceso, conoce nuestra debilidad y promete nunca soltarnos en medio del proceso, por esto es muy ligero llevar algo que solo requiere una profunda entrega y obediencia descansado en que nos provee todas las herramientas necesarias para soportar el camino. Jesús recalca en aprender del él la mansedumbre y humildad para poder encontrar el verdadero descanso. Dios no se complace en un corazón altivo que se jacta en sí mismo, exige de nosotros una actitud de entrega total y sumisión a él y esto solo es posible cuando actuamos en Fe.