Dios nunca te llevará al Edén sin antes ser procesado.

 


Génesis 2:7-8.
Y Dios el Señor formó al ser humano del polvo del suelo; entonces sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente. Dios el Señor plantó un jardín al oriente del Edén y allí puso al hombre que había formado.


Antes de ser puesto en el Edén, el hombre fue formado. Dios nunca te llevará aquel lugar de promesa sin antes visitar el taller. Solo quien es transformado puede entrar a la tierra prometida.


Dios se dirige al polvo y de allí comienza a dar forma a un ser conforme a su imagen y semejanza, una vez creado sopla en el aliento de vida y el hombre comienza a existir. Luego plantó un jardín creado especialmente para el hombre donde tiene lo necesario para vivir, solo le queda trabajar y cuidar lo que se le había dado, todo esto luego de el hombre sea formado por completo. Cada bendición que Dios ha destinado para tu vida podrá ser administrada, pues Dios te ha dado todo lo necesario para hacerlo, procuremos que lo que nos mueva sea su Espíritu y no la carne.


En ocasiones tocamos fondo y nos sentimos en el suelo y hay un proceso el cual no entendemos ni escuchamos a Dios porque él te está dando forma. Allí solo queda esperar que El termine su obra, que su Espíritu te llene y entonces puedas estar preparado para lo que Dios creó para ti. Si algo hace falta ya sea porque en el camino fue contaminada aquella versión original de Dios o porque te espere otro escenario, el te llevará cuantas veces sea necesario al mismo polvo de donde te formó. 


La palabra relata que el hombre desobedece y es sacado del lugar para el que fue formado, teniendo como consecuencia que el camino sea cerrado. La desobediencia provoca que el camino al Edén se cierre, solo si ponemos la mirada en Jesús vamos a tener acceso al Árbol de Vida, esto después de ser formados. Si el camino un día se cerró mira a Jesús, pues él abrió el camino por nosotros y nos ha dado la oportunidad de empezar una nueva vida.


Deja que Dios haga la obra en tu vida para que puedas gozar sus bendiciones. 


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