Creyendo lo imposible!

 

Génesis 1:10-12

A lo seco Dios lo llamó «tierra» y al conjunto de aguas lo llamó «mares». Y Dios consideró que esto era bueno. Luego dijo Dios: «¡Que haya vegetación sobre la tierra; que ésta produzca hierbas que den semilla y árboles que den fruto con semilla, todos según su especie!». Y así sucedió. Comenzó a brotar la vegetación: hierbas que dan semilla y árboles que dan fruto con semilla, todos según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno.

Génesis 2:4-6.

Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.

La palabra nos relata que al principio de la creación aún no existía la lluvia ni quién labrase la tierra para que diera frutos, mas Dios los había creado ya y un vapor regaba la tierra. 

A la tierra le fue dada la orden de dar frutos y así fue. 

En ocasiones nos es dada una palabra, la cual dudamos o creemos imposible dado que no existen las herramientas lógicas para ser cumplidas, pero cuando vemos que aún sin llover ni quién trabaje la tierra había ya vegetación y frutos, antes de que el hombre fuese puesto en el Edén ya todo estaba hecho, entendemos que Dios no necesita herramientas lógicas para cumplir su palabra, lo que ha dicho sobre ti se cumplirá. 

A lo seco da la orden de multiplicarse, a la tierra ordena dar frutos, contra todo pronóstico las promesas sobre tu vida serán evidentes.

Quizás hace tiempo estás en proceso de formación, estabas desordenado y vacío, Dios llega a tu vida y está trabajando pero un tiempo dudaste cuando dijo que ibas a dar frutos porque aun la lluvia no caía, solo espera que el diga la palabra. Las promesas que Dios te ha dado no necesitan algo externo para cumplirse, solo abre los brazos para recibirlas y decir gracias.